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Dormitorio matrimonial: tres claves para organizarlo.

1.- La cama en el centro.

La primera regla básica para organizar un dormitorio de pareja es ubicar la cama en el centro de la estancia. La opción de pegar la cama a una pared debe descartarse ya que no resultaría muy cómoda para que las dos personas pudieran entrar y salir de la cama con facilidad. Ya se sabe, cada uno debe tener su lado para entrar, dormir y salir

Puede que este consejo te resulte muy obvio pero es clave para comenzar a organizar el resto del espacio del dormitorio. Siempre debes partir de este punto y el mobiliario que elijas debe adaptarse al lugar privilegiado que ocupará la cama matrimonial.

2.- Si puedes, vestidor. Si no, armario empotrado.

Dos personas pueden llegar a reunir muchas prendas de ropa, lo que unido al calzado y a los complementos hace que, en muchas viviendas, la pareja tenga que recurrir al armario ropero de otras habitaciones como el del cuarto de invitados. Para que no te pase esto, lo ideal, y sabemos que no está al alcance de todo el mundo, sería contar con un vestidor amplio y abierto, distribuido en dos partes, para que cada miembro de la pareja pueda organizar con holgura sus pertenencias.

De no ser así, nuestro consejo siempre será optar por fabricar armarios empotrados del mayor tamaño posible en función de la dimensión de la estancia, y complementarlos con una cómoda para prendas más pequeñas como la ropa interior o los complementos.

Optimizar el espacio del dormitorio con armarios empotrados es lo más recomendable, pero si tampoco es posible esta solución y tienes que optar por un armario independiente, debes ubicarlo en un lugar que no interceda el paso, a ser posible en la esquina de una pared lo más alejada de la puerta. Valora siempre las limitaciones de espacio, ya que no podrás colocar puertas batientes si al abrirlas estorban o colisionan con otro elemento de la estancia. Para este tipo de casos, lo mejor es que los armarios tengan puertas correderas.

3.- Apuesta por un conjunto completo.

Suele pasar que cuando se compran por separado los muebles y los complementos del dormitorio matrimonial, no resultan tan fáciles de encajar una vez los tienes en casa. Lo recomendable es no comprar nada sin tener claras las medidas y la superficie con la que cuentas y, a ser posible, adquirir un conjunto completo para tener el mobiliario coordinado: cama, mesitas, armario y cómoda o sifonier.

El resto de objetos como cuadros, cortinas, alfombras, lámparas… deben estar en sintonía con el mobiliario y el estilo general de decoración del dormitorio. No te lances a comprar, y menos piezas muy grandes, hasta que no lleves un tiempo instalado en ese dormitorio. Así podrás tener mayor constancia de los complementos que pueden funcionar bien y los que no.

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